Katioshka
Por los pasillos de la Secundaria de aquella ciudad ardiente del pacífico norte de Costa Rica, caminaba Katioshka (con sh) haciendo arder las zarzas urgentes de mi adolescencia con un sístole-diástole en su cola que gritaba con una cadencia mulata y silenciosa: a-fri-ca, a- fri-ca; toda una grave epifanía. A pesar de que era un colegio pequeño, Katiochka ( con ch) nunca se enteró de mi existencia. Katioshka (con sh) bailaba el “bomba” como una serpiente encantada. Y yo nunca pude ni con el “perico ripiao”, ni con el “jazzeado”, como años después comprobarían con desazón las amables gevas en la estupenda noche de Santo Domingo en el “Montecristo” y hasta en la “Casa Luisa”.
6 Comments:
Me pasó también, con varias (con ch y sh)...
By Orlando Muñoz, at 5:02 p. m., agosto 06, 2006
Ja, ja..., ni modo, amigo Peregrino.
By Heriberto, at 6:23 p. m., agosto 06, 2006
si si eso de las con ch y con las sh esta genial, me ha encantao!!!
By Judith Limo, at 7:50 a. m., agosto 08, 2006
Veo que eres un trotamundos, Herib.
Eso de la Casa Luisa en Dominicana, me deja pensativa, muy pensativa.
Me imagino que no hay mayor placer para un hombre que la prerrogativa de Salomón(se dice que ha sido el hombre que ha tenido y ha poseído la mayor cantidad de mujeres, sin sumar a los eunucos quienes también se prestaban al jueguito en caso que el rey se le antojara) al tener la opción de elegir entre un harem de miles, la mujer que motivaba su libido en un instante determinado.
By Anónimo, at 1:15 p. m., agosto 08, 2006
Auch Ninoska, ya me lo dijo mi abuelita que esa costumbre mía de dejar referencias y guiños ocultos en los textos no era tan saludable.
By Heriberto, at 1:37 p. m., agosto 08, 2006
Hola María. Se agradece tu visita.
By Heriberto, at 2:01 p. m., agosto 09, 2006
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